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Residente y su primer disco: un viaje íntimo y global con un mensaje de crítica social


En 2017, René Pérez Joglar, conocido como Residente, lanzó su primer álbum en solitario después de años de éxito junto a Calle 13. El disco homónimo, Residente, no solo marcó un cambio en su carrera, sino también una expansión de su enfoque de crítica social. Siguiendo sus raíces y uniendo géneros de distintas culturas, el álbum es un proyecto que entrelaza conceptos de identidad, conflicto y pertenencia, y sigue posicionando a Residente como una de las voces más comprometidas de la música latina.


Un viaje genético y artístico


El concepto detrás de Residente es tan único como personal: el álbum surgió a partir de un estudio de ADN que René se realizó para explorar sus ancestros. Los resultados lo llevaron a recorrer países como Siberia, Ghana, China y Estados Unidos, cada uno de los cuales influyó en la música y las letras de las canciones. La idea de “volver a las raíces” se convierte en un mensaje universal que invita a reflexionar sobre los orígenes y la identidad. En lugar de simplemente mezclar géneros, Residente fusiona la diversidad cultural en sus composiciones, destacando los sonidos locales y combinándolos con su distintivo estilo de rap.


Este enfoque globalista, donde cada canción refleja influencias musicales del país visitado, también se convierte en una crítica social: Residente resalta cómo los conflictos y la opresión son universales, y cómo el arte puede ser una herramienta de resistencia.


Crítica social en cada tema


A lo largo del disco, Residente continúa abordando temas sociales y políticos, pero de una manera más reflexiva y global. Cada canción tiene un mensaje particular, aunque todas comparten el objetivo de revelar y criticar injusticias y divisiones impuestas. Temas como “Guerra”, por ejemplo, hablan de los conflictos armados y de la violencia como un problema que trasciende fronteras y afecta a millones. Con un sonido pesado e influencias del Medio Oriente, la canción transmite un mensaje contra la guerra y la violencia estructural que deshumaniza a las personas.


“Desencuentro” aborda, desde un tono más melancólico, la desconexión y el desencanto, mientras que “Apocalíptico” explora el deterioro del planeta y cómo el cambio climático y la indiferencia política amenazan al mundo. Ambos temas se sienten universales, apelando a una conciencia colectiva.


Un enfoque personal y honesto


A diferencia de su etapa en Calle 13, donde su crítica era más directa y enérgica, en Residente se nota una exploración más introspectiva. Aunque sigue siendo provocador, ahora también se muestra vulnerable. El álbum refleja sus inquietudes personales y la introspección sobre su propia identidad, algo que se percibe especialmente en “Mis disculpas”, donde hace una autocrítica sobre su carrera y decisiones, y en “Hijos del cañaveral”, una canción que habla de sus raíces en Puerto Rico, el orgullo por su cultura y el amor por su tierra, pero también de la problemática social que enfrenta la isla.


La influencia del álbum en la música latina


El disco Residente se destaca por su innovador enfoque, y ha sido ampliamente elogiado por críticos y fans. En la industria musical, representa una ruptura con la fórmula del reguetón y el trap que dominan las listas de éxitos. Al fusionar ritmos de todo el mundo y usarlos como plataformas para hablar de problemas comunes, Residente demuestra que la música puede ser tanto un viaje personal como una herramienta para la crítica social.


Con este álbum, Residente reafirma su compromiso como un artista consciente y combativo, que no teme usar su arte para enfrentar temas difíciles. Residente no solo es un álbum musical, sino una exploración de la identidad, el conflicto y la humanidad, un grito de resistencia desde las raíces hasta el presente.


Residente se presenta este 7 de noviembre en el palacio de los deportes y aquí puedes conseguir tus boletos:


 
 
 

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