La última vez que Limp Bizkit visitó nuestro país y demostró su grandeza

La última vez que Limp Bizkit pisó territorio mexicano fue en el Machaca Fest, donde ofrecieron uno de los shows más potentes del evento.

Aquella noche quedó marcada por una combinación de nostalgia, energía desenfrenada y un público que respondió con euforia desde el primer riff de Wes Borland hasta el último coro liderado por Fred Durst. El setlist recorrió los clásicos que definieron al nu metal, haciendo vibrar a miles de asistentes en Monterrey.

Ese concierto se convirtió rápidamente en uno de los momentos más comentados del festival. Temas como “My Way”, “Rollin’” y “Break Stuff” desataron un ambiente electrizante que confirmó por qué Limp Bizkit sigue siendo una banda referente para varias generaciones. La comunión entre público y banda fue tan intensa que muchos fans comenzaron a especular desde entonces sobre cuándo sería su regreso a México en un show propio.

Ese anhelo por fin tiene fecha: 29 de diciembre, cuando la banda regresará a los escenarios mexicanos con un concierto masivo en la Explanada del Estadio Azteca como parte del Gringo Papi Tour.

Esta presentación no solo marca su vuelta a la capital, sino también una oportunidad para revivir la energía que dejaron en su más reciente visita. Todo apunta a que traerán un espectáculo igual de explosivo, cargado de hits y una vibra que mezcla nostalgia con actualidad.

La expectativa es alta, especialmente después del impacto que generaron en el Machaca.

Para muchos, aquel show confirmó que Limp Bizkit vive un renacimiento escénico, respaldado por una base de fans fiel y nuevas generaciones que han descubierto su música. Su regreso a CDMX promete un cierre de año inolvidable para quienes disfrutan el nu metal y los conciertos llenos de intensidad.

Con un venue de gran capacidad, un público ansioso y una banda en plena forma, la cita del 29 de diciembre se perfila como una de las más grandes despedidas musicales del 2025. Los fans ya cuentan los días para volver a cantar, brincar y desatar la misma energía que el Machaca Fest atestiguó.